Luis
Echeverría Álvarez
(1970-1976)
Echeverría
asume la presidencia el 1ro de diciembre de 1970, previo rompimiento con su
antecesor, el Lic. Gustavo Díaz Ordaz, principalmente por la responsabilidad que
Echeverría quiso delegar en Díaz Ordaz, sobre el problema estudiantil de 1968.
El
régimen de Echeverría se caracteriza por ser altamente populista y crear una
excesiva clase burocrática que a la postre derivó en una crisis económica
extraordinaria, puesto que la falta de producción de bienes de consumo,
motivada por el grueso grupo burocrático, impidió el crecimiento económico
nacional. Aunado a ello, se incorporaron al estado varias industrias, creándose
las empresas de participación estatal mayoritaria que repercutieron en graves
problemas económicos, debido a la falta de producción por parte de las mismas.
El
gasto público en ese sexenio fue excedente y contribuyó a que en 1976 se diera
una fuerte devaluación del peso, frente al dólar estadounidense, motivando una reducción
en el poder adquisitivo de los mexicanos. El endeudamiento nacional pasa de
seis mil millones de dólares que se tenían contraídos al terminar el mandato de
Díaz Ordaz, a diecinueve mil millones de dólares cuando Echeverría deja la
presidencia de México.
En
el sur de México se forma la guerrilla que incluso repercutió en la política
del estado de Guerrero al secuestrar al gobernador Rubén Figueroa Figueroa.
Entre
las obras públicas realizadas en ese sexenio, se tiene a la ampliación del
sistema aeroportuario y a la construcción de los puertos Madero y Lázaro Cárdenas,
Por lo que hace a aspectos sociales, se reformó la constitución para dar cabida
a una serie de ideas catalogadas como demagógicas, dentro de la constitución
(art. 40), como la supuesta igualdad del hombre y la mujer ante la ley.
En un
afán de alcanzar la Secretaría General de la ONU Echeverría promovió la firma
de la carta de los Derechos y Deberes de los Pueblos y creó el Centro de
estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo (países no alineados), que fue
subsidiado durante varios años por el gobierno mexicano sin que hubiera
obtenido algún logro trascendente dicho organismo.
En
plena guerra fría, con la determinación de Washington por combatir el comunismo
en el mundo y a pesar del discurso nacionalista y demagogo, nunca el país
estuvo tan subordinado a las directrices de los gobiernos norteamericanos como
en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, incluso evidenciándolo posteriormente
algunos historiadores como agente de la CIA junto con el Lic. Díaz Ordaz y
otros altos cargos del gobierno mexicano y el partido de estado.
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