Carlos Salinas de
Gortari
(1988-1994)
Carlos
Salinas de Gortaria asumió la Presidencia de la República el 1ro de diciembre
de 1988. Las elecciones en, que junto a Salinas, compitieron por la presidencia
de México por el Partido Acción Nacional el Ing. Manuel de Jesús Clouthier y
por el Frente Democrático el Ing. Cuauhtémoc cardenas, se caracterizaron por su
incertidumbre y por su poca transparencia, lo que se confirmó cuando se indicó que se
había caído el sistema de cómputo de votos, dando lugar a la duda y la
especulación sobre esa elección, ya que previamente a la caída del sistema, el
triunfo favorecía a Cárdenas, pero al recobrarse aquél, Salinas llevaba
ventaja.
El
sexenio es identificado por su autoritarismo extremo, en que la voluntad
presidencial fue la única que se permitió y donde se rompió en definitiva el
Estado de Derecho, por lo que al final de su mandato, Salinas fue repudiado en
mayor medida de lo que sus antecesores lo habían sido, incluso, se le denunció
penal y políticamente por el Partido de la Revolución Democrática y
administrativamente por un grupo de ciudadanos, encabezados por profesores de
la Facultad de Derecho de la UNAM.
Uno
de los objetivos más claros de Salinas, lo constituyo la apertura comercial con
los Estados Unidos de América, lo que llevó a la firma del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), en los que los firmantes fueron Canadá,
Estados Unidos de América y México, consolidándose así el actual modelo
económico neoliberal en nuestro país. Esa política económica de apertura
comercial indiscriminada y la firma del TLCAN, fueron perjudiciales para el
país, ya que éste no tenía elementos y mercancías con las cuales poder competir
con los vecinos del norte, lo que motivó que el peso estuviera sobrevaluado
durante el último año del sexenio salinista, repercutiendo en la economía
nacional al grado de haberse reconocido la existencia de más de cuarenta
millones de pobres en el país, frente a veinticuatro multimillonarios, siendo
la más grave desigualdad social habida en la historia moderna de México.
La
división creciente y grotesca entre las clases extremadamente rica y
extremadamente pobre, aunado al olvido en que se tuvo a los indígenas, provocó
que el 1ro de enero de 1994 (fecha de entrada en vigor del TLCAN), se
levantaran en armas el llamado Ejercito Zapatista de Liberación Nacional,
demandando la salida de Salinas de Gortari del gobierno.
En
este sexenio (23 de marzo de 1994), es asesinado el candidato presidencial por
el PRI, el sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta, creando una incertidumbre
en varios sectores, la que se agudizó ante la falta de indagatorias legales
apropiadas y firmes para esclarecer ese homicidio.
La
reprivatización de la banca y de empresas paraestatales es prioritaria, aun
cuando no repercute a favor del país, pues el endeudamiento público es
creciente. Se hacen
construcciones de obras, muchas de ellas gracias al Programa Nacional de
Solidaridad (en que el pueblo participó con aportaciones económicas, aunadas a
los impuestos y con trabajo manual), así como por la intervención de empresas particulares
en la construcción de servicios públicos que les fueron concesionados, como lo
son carreteras nacionales.
Con
la asunción de Salinas a la Presidencia, se superaron viejos estigmas de la política nacional, como fue el
reinicio de las relaciones Iglesia-Estado, reconociéndosele a éstas
personalidad jurídica y patrimonio propio, desconocidas desde la Constitución
de 1917. Así mismo se dejó atrás la repartición de tierras, principalmente por
la simple razón de que ya no había tierra que repartir, y se permitió la
propiedad ejidal a favor de los individuos.
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